Se trata de un financiamiento que permitió asistir, dentro del proyecto GIRSU y en el contexto de pandemia, a varios sectores asociados a la gestión de los residuos: los trabajadores que prestan servicio de recolección en los municipios y comisiones municipales; emprendedores y emprendedoras sustentables de triple impacto, que trabajan con residuos; y ahora a las personas ex recuperadoras de los basurales y a las comunidades indígenas asociadas a basurales.