La comuna aprobó la adhesión a la normativa que establece la prevención de la violencia digital.
La titular del Consejo Provincial de Mujeres, Lourdes Navarro, recibió al Presidente del Concejo Deliberante de Purmamarca, Gustavo Cruz, quien compartió la última resolución aprobada de adhesión a la Ley Olimpia, normativa que establece la prevención de la violencia digital.
Este trabajo es de fundamental importancia porque implica acciones conjuntas de prevención y erradicación de la violencia por motivos de género no solo en ámbitos conocidos sino también a partir del entorno digital reafirmando el compromiso de acciones para frenar la vulneración de derechos de mujeres o personas de la diversidad, donde muchas veces se ejerce violencia basada en el género.
Prevención de la Violencia de Género
La violencia digital según normativa nacional comprende toda “conducta que atente contra la integridad, dignidad, identidad, reputación, libertad, y contra el acceso, permanencia y desenvolvimiento en el espacio digital” de las mujeres; incluyendo no sólo la “obtención, reproducción y difusión, sin consentimiento de material digital real o editado, íntimo o de desnudez, que se le atribuya a las mujeres” sino también “la reproducción en el espacio digital de discursos de odio misóginos y patrones estereotipados sexistas o situaciones de acoso, amenaza, extorsión, control o espionaje de la actividad virtual”.
Por este motivo en el marco de la Ley Olimpia, el Consejo Provincial de Mujeres, la Igualdad de Género y el respeto a las Diversidades, lleva a cabo jornadas de formación y reflexión sobre violencia digital impulsando de esta manera la creación de medidas de protección y la implementación de políticas públicas de prevención.
El equipo del Consejo Provincial de Mujeres dictó en Purmamarca talleres destinados a adolescentes y jóvenes habilitando espacios de debate sobre la violencia digital sustentada en las relaciones desiguales de poder entre varones y mujeres que pueden tener graves consecuencias ocasionando daño físico, psicológico, sexual o moral a quien recibe la agresión y a su entorno familiar.